Cartas de Navegación

con

Palos y Cuerdas

En las Islas Marshall se utilizó hasta mediados del siglo XX un ingenioso y avanzado sistema para cartografiar el oleaje y facilitar la navegación, que no tiene parangón en el mundo.
El sistema no se conoció en el mundo occidental hasta que fue revelado en 1862 por un misionero llamado Gulick, más o menos en la misma época en que Gustav Holm descubría los mapas tridimensionales usados por los inuit groenlandeses, pero aun así su funcionamiento siguió siendo un misterio. El capitán Raimund Winkler, que comandaba el SMS Bussard, sintió curiosidad por conocer los principios que sustentaban aquellos extraños mapas de palo, cuyo secreto solo se transmitía de padres a hijos, y consiguió que los nativos le revelasen la forma en que eran utilizados. Estos artefactos no son cartas de navegación tal cual se entiende el concepto en el mundo occidental, sino más bien instrumentos mnemónicos y de aprendizaje, porque sorprendentemente los mapas no se consultaban durante la navegación, sino que eran memorizados antes del viaje, algo lógico teniendo en cuenta la fragilidad de los artefactos y la limitación de movimientos a bordo de las canoas.

Las cartas de navegación se hacían con palos unidos con cuerdas de coco, que delimitaban las diferentes zonas de oleaje, con las islas representadas mediante conchas atadas en el lugar correspondiente. Mediante hilos señalaban la dirección de las ondas oceánicas al aproximarse a las islas, así como el flujo y reflujo de las rompientes. Es posible que en principio el sistema fuera común a todos sus conocedores, pero con el tiempo se hizo tan exclusivo que tan solo el propio creador de uno de estos mapas sabía como interpretarlo y usarlo.

Identificaban cuatro tipos de oleaje, denominados rilib (generado por los vientos alisios del noreste), kaelib (más debil y solo detectable por los navegantes más experimentados), bungdockerik (oleaje muy fuerte del suroeste) y bundockeing (el más debil de todos, presente en las islas del norte), que eran representados en los mapas mediante palos curvos e hilos, principalmente en torno a las islas, de modo que podían identificar rutas de acceso seguras entre la mar de fondos. Los mapas de navegación eran de tres tipos: los Mattang eran utilizados para la instrucción en el arte de la navegación; los Meddo eran mapas parciales que solo mostraban algunas de las islas en sus posiciones relativas o exactas, así como la dirección del oleaje profundo; y los Rebbelib eran similares a los meddo pero incluían la posición de la totalidad de las islas de los archipiélagos marshalenses, siendo por tanto los más completos.