El Vasa Navío del Siglo XVIII Rescatado
El buque en cuestión es el VASA. Este hermoso navío no pasó a la historia por alguan hazaña en combate o alguna travesía extraordinaria. Su fama se explica por dos razones muy diversas. La primera fue la noticia de su hundimiento con apenas unas millas recorridas en su viaje inaugural. Se vió atrapado en una tormenta y un fuerte oleaje que inundando sus compartimientos provocó el naufragio. La segunda es su rescate de aguas del Báltico en un increíble estado de conservación tal como luce actualmente en un museo dedicado exclusivamente a el.
La noticia del hundimiento, a menos de una milla de su puerto de zarpe, causó gran turbación en quien ocupaba el trono de Suecia el Rey Gustavo.
El nombre completo de la nave era Regalskeppet Vasa, que significa Nave de Su Majestad, nomenclatura similar a la empleada, por ejemplo, en la Royal Navy inglesa, HMS, Her Majesty Ship. Si bien la nave estaba destinada a ser el orgullo de la marina sueca, nunca fue parte de la noble tradición náutica de Suecia. Razones para el fracaso del emprendimiento, abundaron. Según relatos de época, la interferencia del propio Rey, sin oír las advertencias de los maestros carpinteros, ordenó varias modificaciones del diseño original.
Apenas iniciada la construcción, colocada la quilla, el Rey presionó para que el barco fuese alargado. El maestro carpintero, además de un agran enojo, se enfermó y dejó a sus aprendices sin experiencia a cargo del proyecto. Cada quien a su oficio. El carpintero debe hacer barcos y el Rey gobernar su reino. Claro al Rey no se le discute. El navío se hizo entonces mas largo. El Rey deseaba que fuese el barco mas poderoso del mundo e hizo agregar una segunda cubierta de cañones. Todo esto modificó el baricentro disminuyendo en mucho su estabilidad.
Para su prueba de estabilidad se utilizó un método bastante inusual. Se ordenó a treinta marineros ubicarse en la borda y desplazarse varias veces de babor a estribor y viceversa. El Almirante Clas Fleming, observando el atemorizante rolido, ordenó la suspensión del ensayo, aunque esto no bastó para detener la botadura, con el resultado ya descrito.
El navío se hundió en posición vertical y se asentó sobre el fando del fondo. Como ha sucedido en otros naufragios, las heladas aguas del Báltico preservaron el buque en buen estado. El 24 de Abril de 1961, en una compleja maniobra, el pecio fue rescatado casi intacto. Se instaló un laboratorio de rescate que permitió recuperar el 95 por ciento del navío y su tesoro en tallas y esculturas. El museo construído especialmente para albergar el Vasa recibe anualmente mas de 22 millones de visitantes en su ubicación de la Galärvarvsvägen 14, Estocolmo.