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Piratas Franceses en la Nueva España |
Las distintas formas de la piratería americana son propias del período comprendido entre la primera mitad del siglo XVI y la primera mitad del siglo XVIII. En estos doscientos años la mítica figura del pirata se constituyó en un símbolo de la época, exaltado por novelas y leyendas que hasta el día de hoy dan rienda suelta a la imaginación |
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A lo largo del siglo XVI, las guerras de España contra Francia y luego contra Inglaterra también se reflejaron en los mares americanos a través de la presencia de los corsarios. De hecho, la piratería y el corsarismo de esta época fueron para los ingleses y franceses una vía de ennoblecimiento, como la conquista lo había sido para los españoles. La primera gran acción pirata se registró en 1521, cuando Jean Florin capturó, a la altura de las islas Azores, el tesoro del Tlatoani Azteca Moctezuma II, enviado por Hernán Cortés desde México. El ciclo de la piratería francesa se había iniciado. |
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El caso Florín fue interesante: el Rey le pagaba para que no atacara a los navíos franceses, pero el pirata robaba, aunque no necesitaba autorización. Instalado en el Atlántico en cercanía de las islas de Azores y las Canarias, se encontró con las tres naves que transportaban el tesoro. Florín las atacó y alcanzó a capturar a dos de las naves. Grande debió ser su sorpresa al ver tanto lujo: “58,000 barras de oro, y el tesoro de Moctecuhzoma, que Cortés enviaba al Emperador, junto con unos huesos de gigantes y muchos papeles del Cabildo” de acuerdo con el historiador Lucena Salmoral.
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En esta ocasión, auspiciado y alentado por su monarca, a quien dió participación en el botín conquistado, volvió a sus andadas. A sus andanzas se sumaron otros famosos piratas franceses : François le Clerc (el primer Pata de Palo), François Granmont, Jacques Sore, Martín Cote y otros, de quienes, la simple mención de sus nombres significaba peligro para los bienes transportados por los buques españoles desde el Caribe a España. |
Las principales poblaciones del Caribe, puertos de salida de las flotas de la plata, fueron víctima de reiterados asaltos que forzaron a la corona española a la paulatina fortificación de sus posesiones. |
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Al mismo tiempo, las medidas adoptadas por la Corona Española para proteger sus naves de la piratería comenzaron a dar frutos. En 1527 fueron detenidas varias embarcaciones francesas y arrestadas 150 personas. Entre ellas se encontraba Juan Florín. El cronista de época Del Castillo escribió que “los enviaron presos a la corte a Su Majestad; y desque lo supo, mandó que en el camino hiciesen justicia dellos, y en el puerto del Pico les ahorcaren; y en esto paró nuestro oro y capitanes que lo llevaron, y el Juan Florín que lo robó”. Fue sentenciado a muerte y ahorcado en el pueblo de Colmenar de Arenas, cerca de Toledo. |
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El ocaso de la piratería se decidió en Europa. El tratado de Utrecht de 1713 permitió a Inglaterra la participación directa en el comercio con ultramar y sentó las bases de la ulterior hegemonía británica. |
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