Pero el equilibrio ecológico no depende solamente de estas especies, a pesar de que nuestra simpatía y conocimiento nos hacen sentirlos mas afectivamente. La destrucción de la capa primaria del suelo, de su vegetación rastrera y las decenas de miles de insectos y pequeños animales que componen el primer escalón de la escala alimentaria y de conservación de los suelos, sea quizás mas grave aún que la sufrida por canguros y koalas. Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que será el parámetro ecológico de mas difícil recuperación.
El impacto del fuego alcanza también al agua de los escasos recursos hídricos del país. Las cenizas llevadas por el viento afectan la pureza y el balance químico de las aguas de los ríos, afectando a su fauna y a la fauna que de su población ictícola depende. Especies únicas y esencialmente acuáticas, como el ornitorrinco, verán su habitat transformado con sus rutinas alimentarias y reproductivas seriamente afectadas.
Roedores, murciélagos, ardillas, equidnas, perros Dingo, Demonios de Tasmania, serpientes, linces, avestruces, lagartos monitor, lagartijas, canguros arborícolas y miríadas de insectos constituyen las víctimas del fuego. Quizás algunas de ellas, de hábitos territoriales muy fuertes jamás lleguen a recuperarse y eventualmente desaparezcan. La masa biológica de estos casi 500 millones de seres vivos tardará años en volver a poblar los bosques y campos australianos.
La información terriblemente lamentable vino de parte de las primeras investigaciones de los bomberos : Varios de los focos de incendio fueron provocados intencionalmente. Será que la inconsciencia humana no tiene límites ? La depredación a la que sometemos a diario a la fauna y flora mundial parece no tener límites, y tampoco la locura de algunos humanos.
La esperanza viene de la mano de la adaptación al fuego que tienen los eucaliptus. Morfológicamente, tienen una capa exterior de lenta combustión que protege su estructura interior. Se recuperan fácilmente. Seguramente en un lapso relativamente corto reverdecerán algunas zonas afectadas y con ellas el suelo recuperará nutrientes, flora y fauna. Así como la Naturaleza muestra a veces una ferocidad terrible con incendios, tsunamis y terremotos, su fuerza de recuperación es enorme y Australia podrá contemplar el futuro con optimismo.