Una Esperanza para la Degradación del Plástico
La humanidad, en su afán de consumo, continúa sin crear conciencia del daño ambiental que representa el consumo de objetos confeccionados con una gran variedad de materiales plásticos. Telgopor, poliuretano, polivinil cloruro etc. son variaciones del sinnúmero de contaminantes que hoy afectan el curso de los ríos, los mares y las tierras,
La misma ciencia que ayudó a cear esa funesta industria de los envases plásticos, hoy realiza investigaciones buscando una solución para evitar la amenaza a la que están sometidos los reinos animal y vegetal, humanidad incluída.
La presencia en tierra y mar provoca la muerte a animales que confunden los trozos de plástico con su dieta habitual, en un final terrible y doloroso. Tortugas que confunden bolsas plásticas con medusas, aves que ingieren objetos de aspecto similar a su dieta natural, peces y otros animales atrapados en redes y envases plásticos y lo peor, plásticos redcidos a partículas microscópicas, ya presentes en todas las especies, incluso las que consumimos como parte de nuestra alimentación.
El tiempo de destrucción de la mayoría de los plásicos es de, por lo menos, décadas. La ciencia eporta ahora una enzima capaz de acortar dramáticamente ese tiempo. En 2016, se dscubrió, en una planta de reciclaje enJapón, una enzima consumidora de PET, llamada LLC, pero la nueva enzima hallada casualmente en un cementerio alemán, la hidrolasa de poliéster (PHL7), asombró a los los investigadores ya que es capaz de descomponer el tereftalato de polietileno (PET) en un 90 por ciento en 16 horas, tiempo significativamente menor que el de la enzima anterior..
Se ha demostrado que la enzima, desarrollada ahora en Leipzig es muy eficaz en la descomposición rápida de los envases de alimentos PET usados ​​y es adecuado para su uso en un proceso de reciclaje respetuoso con el medio ambiente en el que se puede producir plástico nuevo a partir de los productos de descomposición.
Dado el terrible estado de la contaminación plástica en todo el mundo, eso suena como un sueño. Por lo tanto, mediante el empleo de potentes enzimas como la PHL7, es posible reciclar directamente envases de PET termoformado posconsumo en un proceso de circuito cerrado con una baja huella de carbono y sin el uso de productos petroquímicos, realizando un reciclaje sostenible. Desafortunadamente, ni PHL7 ni LCC pueden degradar por completo los plásticos PET con mayor cristalinidad, como los que se usan en algunas botellas