El Primer Crucero de la Antigüedad
Esta nave, fue lo que podría llamarse el primer crucero turístico de la antiguedad. Se trataba del La Siracusia, también llamado Syrakosia, proyectada por Arquímides y constuída en el 240 A.C.
Allá por Diciembre del 2017 publicamos lo que pensamos sería una primicia arqueológica y los avatares que el delirio de grandeza de Mussolini quiso revivir, llegando a vaciar un lago entero para recuperar los barcos de Calígula, construídos en los primeros años después de Cristo.
Sin embargo, mas o menos doscientos años antes que Calígula, Gerone de Siracusa mandó construir la nave Syrakosia. La embarcación en cuestión no se limitaba a ser un simple medio de transporte. Era una ciudad flotante, un símbolo de innovación y potencia.
Imaginen una nave de 110 metros de eslora y con una capacidad de transporte de 1.000 toneladas de carga. Cosntruida con materiales venidos de las mas diversas partes del mundo : Maderas de Italia y de Sicilia, cuerdas de cáñamo de España y brea del Rin. Dotada de tres grandes mástiles, esta colosal nave fue proyectada para afrontar las olas con seguridad majestuosa. En su interior elñ lujo era palpable. La nave contenóa templos, jardines, una biblioteca, baños y un templete dedicado a la Diosa Afrodita. Los camarotes para cien invitados eran espaciosos y arreglados con lujo de detalles. Todo cuidado para hacer de un viaje una experiencia inolvidable. Poseía además alojamiento para 400 soldados y era realmente una fortaleza flotante con ocho torretas defensivas con soldados y arqueros atentos día y noche.
Como arma de ataque, portaba una ballesta capaz de disparar flechas de 6 metros de largo y 90 kilos de peso. Esto dotaba a La Siracusa de inexpungables características defensivas frente a cualquier enemigo. Finalizadas su primeras navegaciones, fue finalmente donada al Rey Ptolomeo III de Egipto y rebautizada como Alejandría. Se convirtió así en un símbolo de potencia y riqueza de la dinastía Ptolemaica.
Representó un ejemplo de la artesanía y capacidad de diseño naval de la antigüedad. Se calcula que trabajaron en ella 300 artesanos que, en un período de solamente seis meses, fueron capaces de terminar la compleja construcción de la nave, demostrando la eficiencia del diseño de Arquímides y también la férrea voluntad de Gerone de Siracusa para la consecución del proyecto, ejemplo perfecto de como el ingenio humano es capaz de construir maravillas que desafiaron el tiempo.