El Agua Potable - Desafío Para el Futuro Cercano
A pesar de los abundantes recursos hídricos d los que dispone nuestro país, ya se avizoran problemas de futuro abastecimiento a la población. Se plantean opciones tecnológicas pero, pasa la solución por ese camino o por las imprescidibles acciones y/o disposiciones medioambientales ?
Se discute hoy a nivel ministerial y de organizaciones sindicales la posibilidad de la implantación de un proyecto de potaqbilización de agua a partir de fuentes alternativas, léase Río de la Plata, a ubicarse en las riberas de Departamento de San José.
Desde el arranque, esto plantea varios desafíos. Uno de ellos es la variabilidad de la salinidad de esas aguas, en razón de lo inconstante de los aportes de agua dulce de sus afluentes. También el tema cianobacterias cada vez mas abundantes y menos estacionales dificultan el proceso de potabilización.
Los asesoramientos técnicos de gobiernos con experiencia en el asunto no ven el proyecto como una solución 100 % eficaz. El asesoramiento de la empresa israelí, la cual ha sido elegida por OSE como referente, no considera adecuada la solución manejada en principio por el ente, o sea el almacenamiento de agua sin procesar como solución de contingencia.
También los informes consideran hipotéticas circunstancias de sequía o de elevación significativa de la salinidad de las aguas de origen, parámetros que podrían llevar al colapso de la productividad de la proyectada a planta de potabilización.
A estos puntos del informe se suman riesgos ambientales y ecológicos importantes en el area del proyecto. Es de riesgo una posible contaminación del acuífero Raigón, el mas importante del país y sustento de nuestra industria lechera y también una seria afectación al entorno en el que prosperan especies de nuestra fauna autóctona.
La disyuntiva es seria y llama la atención el que no se considere la regulación y depuración de los caudales que hoy abastecen de agua potable a la mitad de la población de nuestro país. La canalización de cursos secundarios para abastecer la Usina de Aguas Corrientes quizás sea una opción, a condición de que se termine con la contaminación química que está envenenando sus cauces y que se dispongan de mejor forma los residuos que la potabilización produce y que hoy contamina las aguas del Santa Lucía, a valle de la planta.
El desafío es importante y necesita un tratamiento que trascienda a lo político y que se haga con bases técnicas liberadas de intereses económicos, pues se trata de la salud de la población del país.